Lucha contra el dolor de espalda

Dolor de espalda

El dolor lumbar es una queja familiar. Según la investigación, es la segunda razón, después del resfriado común, las personas ven a sus médicos. "A pesar de que afecta a tantos, hay información errónea al respecto y la mejor manera de tratarlo", dice Youngsun Kim, PT, DPT, OCS, Director de Servicios de Rehabilitación en el Instituto de Rehabilitación y Ortopedia en el Palmdale Regional Medical Center. Él ayuda a aclarar algunos mitos a continuación.


Mito: "Tengo dolor, así que necesito descansar".

La investigación se opone firmemente a esta creencia. De hecho, aquellos que tienden a evitar actividades debido al dolor tienen un mayor riesgo de que su dolor dure a largo plazo. No es una buena idea participar y repetir actividades que aumenten el dolor. Sin embargo, es importante continuar siendo activo de manera que no empeore el dolor. La investigación dice que no descanse más de dos días a la vez. Es mejor levantarse de la cama y hacer algo agradable.


Mito: "Mi dolor no mejora, por lo que algo está muy mal".

En la mayoría de los casos, el dolor de espalda se presenta sin un problema subyacente grave. El dolor lumbar a menudo no es específico, lo que significa que no hay daño estructural.


Mito: "Necesito una resonancia magnética para diagnosticar el problema".

La investigación ha demostrado que los problemas detectados en las pruebas de resonancia magnética (MRI) no predicen quién tiene dolor de espalda, independientemente de cuánto tiempo alguien lo haya tenido. Hasta el 80 por ciento de las personas que no tienen quejas de dolor de espalda muestran problemas de disco vertebral en sus resonancias magnéticas. Una resonancia magnética solo es necesaria si tiene síntomas neurológicos como caída o arrastre del pie, o cambios en la función de la vejiga y el intestino, o si la terapia conservadora no ha logrado mejorar su dolor.


Mito: "El dolor de espalda es normal debido a mi edad".

Hay algunos cambios normales que traerá el envejecimiento. Estos incluyen el estrechamiento del espacio articular espinal y el adelgazamiento de los discos. Sin embargo, la mayor incidencia de dolor lumbar ocurre entre los 35 y los 55 años. Los cirujanos y fisioterapeutas recomiendan no resignarse al dolor lumbar como algo esperado. La recuperación se puede lograr a casi cualquier edad.